Pesca de carpas en lagos de Córdoba

Descubrir que la pesca con mosca se difunde con el paso del tiempo a distintas especies de peces, no es una sorpresa. Cuando nos remontamos a los orígenes de esta modalidad y entendemos que el objetivo primordial era ni más ni menos que imitar el alimento natural de los peces, podemos entender que esa simple razón de su existencia permite aplicarla a cualquier tipo de pez, sin importar su tamaño, fuerza, si habita en agua salada o dulce, cristalina o turbia. Es por ello que cada día que pasa se aleja aun más esa idea que muchos tienen, y muchos tuvimos, de que la pesca con mosca es una práctica exclusiva para capturar salmónidos.


En nuestro país tenemos peces de gran valor deportivo, como lo es el dorado, el pacú, las distintas especies de salmónidos y…la carpa! Ese pez que muchas veces se mira de reojo y hasta incluso con desprecio por quienes desconocen su combatividad y lo técnicamente enriquecedor que significa lograr engañarlas. Tal es así, que no existe una receta que nos asegure una buena jornada de pesca y hasta incluso las técnicas para pescarla varían en distintos lugares de nuestra provincia y del país. Sin dudas, es esa impredecibilidad lo que para muchos la convierte en una especie sumamente desafiante. Sin embargo, el paso del tiempo y las horas dedicadas a estudiar su comportamiento, con aciertos y fracasos, hoy día nos permite rescatar ciertas cosas que ayudan a aumentar las chances del éxito.

Características del pez

Para comenzar, debemos entender que la carpa es un pez omnívoro, de aguas cálidas y habituada a buscar su alimento en el fondo, comúnmente barroso. Se encuentra naturalmente en grupos reducidos de 2 a 5 carpas, pero a veces se presentan en grandes cardúmenes. Suelen tener un recorrido medianamente fijo, describiendo un circuito en busca de alimento. Es un pez de contextura masiva, sin dientes pero con una fuerza tal como una locomotora.
Ahora que tenemos un primer pantallazo de sus características y hábito, podemos adentrarnos un poco más en la técnica para pescarlas. En esta oportunidad nos enfocaremos principalmente en ambientes de agua quieta, tal como son los diques que hay en la provincia de Córdoba.

Ámbito y condiciones

Como ya dijimos es un pez de aguas cálidas, por lo que los meses de verano son el mejor momento para intentar pescarlas. Esto se debe a una combinación de dos factores claves, calor y época de lluvias. Al ser la carpa un pez habituado a buscar la comida en el fondo, las crecientes son nuestro principal aliado ya que generan el aumento de nivel en los embalses y por lo tanto la generación de bañados o valles de inundación, y esos serán los lugares que buscarán las carpas para alimentarse en una ventana de tiempo que durará algunos pocos días. En dichas condiciones podemos encontrarlas en aguas poco profundas que nos permitirán verla, de lo contrario intentar pescarlas con mosca es una mera lotería. Para este tipo de pesca serán de gran ayuda los días con escaso viento y los horarios de pesca en los que el sol no nos perjudique con su reflejo en el agua, siendo entre las 10 y 17hs el momento óptimo.
Una vez que encontramos el lugar y momento correcto, es hora de continuar con nuestro análisis antes de castear. Como se dijo anteriormente, es indispensable verlas para recién allí poder evaluar las circunstancias. Por ese motivo es que unos buenos lentes de sol polarizados son fundamentales para anular el reflejo del sol en el agua. Por lo general las pescaremos en zonas poco profundas, de no más de 50 cm, y podremos encontrarlas en diversas actitudes…”escarbando” en el fondo, en cuyo caso veremos una mancha de sedimento fino en suspensión o si el lugar es muy bajo incluso podremos ver su cola emerger en el pelo de agua (tal como lo hace un bonefish); nadando lentamente a media agua siguiendo un circuito mientras se alimenta tanto en superficie como a media agua, con alimento que encuentra en su proximidad.Es posible encontrarlas en esta actitud merodeando también en los primeros metros de los cursos de agua que están aportando alimento al embalse/dique, en cuyo caso las técnicas de pesca serán ligeramente diferentes. Es importante remarcar que en un embalse la carpa se encuentra siempre en movimiento, no se quedará nunca estática en espera del alimento, sino que se encuentra en búsqueda permanente de éste.

Moscas

El siguiente interrogante ahora es ¿qué mosca elegimos? Al ser la carpa un pez omnívoro nos dificulta un poco más la tarea ya que el abanico de posibilidades se agranda. Lo mejor es analizar el ambiente, tanto subacuático como aéreo, en busca de pistas que nos puedan ayudar a elegir acertadamente. En los diques de Córdoba suele ser común la presencia de camarones, mojarras, dientudos, renacuajos, lombrices, algas, semillas, hojas, brotes y ramitas arrastrados por las crecientes, libélulas, mariposas, abejas, moscas y mosquitos, entre muchos más. Tratando de adaptarnos a esas condiciones hemos identificado que los patronesque han dado mejoresresultados son por ejemplo damselfly, dragón fly, prince, cassual dress, big hole demon, soft hackle, wolly bugger con patas de goma, ninfas con patas de goma y hackles blandos, y ocasionalmente elk hair caddis, stimulator, adams…
Como pueden ver las opciones son variadas en patrones, tamaños y colores, y cuando la carpa está en actitud selectiva, o poco agresiva, se vuelven muy difíciles de tentar.

Detección y aproximación

A la hora de pescarlas, es fundamental aproximarnos de forma muy lenta, es mejor si podemos castear sin necesidad de meternos al agua para evitar asustarla, pero en caso de tener que hacerlo, se debe caminar sin generar ondulaciones en el agua…ese será el indicador más sencillo al que deberemos prestar atenciónpara saber si lo estamos haciendo adecuadamente.
Si lo que observamos es el manchón de sedimento suspendido, debemos lanzar nuestra mosca encima de dicho sector, dejarla profundizar hasta el fondo y comenzar a traerla con tirones muy suaves y prolongados. En caso de encontrarlas en movimiento debemos probar primero casteando un par de metros por delante de su dirección de avance y cuando se encuentren cerca de nuestra mosca comenzar a moverla lentamente. Si esto no está funcionando, podemos probar casteando a no mas de 50 cm de distancia de su boca y mover la mosca ni bien entre en contacto con el agua. Nunca debemos tirar desde atrás del pez, ya que estaríamos cruzando nuestra línea por encima suyo y se espantará de inmediato. Si todas estas combinaciones no dieron resultado seguramente tendremos que cambiar de mosca!

Todo el panorama anteriormente descripto se verá afectado en función del grado de turbidez del agua. Si bien es cierto que los embalses presentan una turbidez mayor que la de los ríos, pueden existir variaciones que nos favorecerán en algunos aspectos y desfavorecerán en otros.A mayor turbidez, más difícil será verlas, lo cual limitará nuestra distancia de pesca a unos pocos metros…al menos que se encuentren en aguas muy poco profundas y nos permita ver la cola fuera del agua, o que se encuentren comiendo en superficie y podamos ver ondulaciones del agua o la boca “filtrando” alimento. En casos de mucha turbidez, tendremos la ventaja que al pez también se le dificultará vernos a nosotros o nuestro tippet y hasta incluso no sea tan exquisito con nuestra mosca ya que no podrá distinguir nuestros patrones de imitaciones. Cuando el agua es más clara, la situación será la inversa a la anterior, otorgándonos un mayor rango a visión y aumentando nuestras chances de encontrarlas, pero las carpas también podrán vernos de mas lejos y serán más precavidas ante un tippet grueso o un patrón de mosca equivocado.

Tomada y pelea

Ahora bien, cuando consigamos la tan ansiada tomada, generalmente notaremos una leve tensión en nuestra línea, como si se hubiese detenido. En ese momento hay que levantar la caña aumentando la presión del sistema, pero de manera gradual y la carpa girará cambiando su dirección de natación, quedando así enganchada a nuestra mosca. En algunas circunstancias, la carpa se comporta de manera más agresiva y toma la mosca de manera violenta, pero no es lo más común. Nos ofrecerá una primer gran corrida similar a un tractor, sin grandes velocidades pero que será totalmente imparable…y a ajustar el freno del reel!

Conclusión

Una buena jornada de pesca significa capturar entre 1 a 3 carpas, y si logramos capturar más de 5 merece una gran celebración. Y en cuanto al porte de las carpas, en los embalses podemos capturar ejemplares con un peso promedio de 1.5 kg / 2 kg, estando siempre latente la posibilidad de capturas de mucho mayor peso.
Los equipos utilizados son entre #4 y #6, línea de flote, leader 9 pies y tippet 0X a 4X (tener en cuenta que es muy común la presencia de palos, ramas o vegetación que nos exigiránponer presión adicional al pez para evitar enganches).El tamaño de las moscas puede variar entre #10 a #16.
Si aun no han experimentado con la pesca de este hermoso pez, es momento de dejar prejuicios de lado y darle la oportunidad y el lugar que merece la carpa, el bonefish de los pobres.

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